sábado, 9 de noviembre de 2013

Hulot vs Arpel

Retrocedemos 50 años para recordar una obra del director francés Jacques Tati, MON ONCLE.
en ella nos muestra cómo el modernismo se refleja en la vida cotidiana y doméstica de la sociedad de la época.

 La búsqueda de la máxima eficiencia, los diseños puros y la sofisticación de cualquier tipo de indumentaria pasa a ser más que una herramienta, en el objetivo de cualquier entorno urbano.

 En esta película Tati, intenta definir el contraste entre los dos mundos que rigen en la Francia de postguerra de los años 50, lo viejo y lo nuevo, o Hulot vs Arpel, con el pequeño sobrino Gérard como vinculo entre los dos.

Para representar la arquitectura moderna, Tati utiliza la Villa Arpel, residencia del cuñado, hermana y sobrino de Hulot.
 La Villa Arpel la diseño junto a Jacques Lagrange, un pintor, como un collage de arquitectura moderna.

Según Tati la arquitectura moderna carecía de las características intimistas y poéticas de la arquitectura tradicional, y le añadía además rigidez y severidad. En Mon Oncle, Tati aborda el tema de la vivienda en la postguerra pero en 1964 abordaría el tema de la arquitectura industrial y los rascacielos en Playtime.





 Al frente de la casa moderna y encerrado entre sus muros se encuentra un jardín meticulosamente diseñado hasta el más mínimo detalle, hasta el punto de dificultar cualquier actividad que se quiera realizar en él. Una imagen clara que se refleja en el constante aburrimiento del niño cuando está en su casa. En contraste el patio de la casa de Tati es el barrio mismo. Los niños del barrio se reúnen y juegan en solares vacíos o entre los coches en la calle.



Mientras la “eficiencia” parece ser la palabra que expresa la casa moderna, con sus mecanismos electrónicos a distancia y los electrodomésticos omnipresentes en la vida familiar; es la “ineficiencia” la que se retrata en el barrio antiguo en donde nadie parece hacer lo que tiene que hacer: el verdulero vende desde una mesa de un bar a unos cincuenta metros del puesto de verduras, el barrendero no barre ,etc. Sin embargo la mirada es crítica y la eficiencia termina siendo inconveniente cuando más de una vez los artefactos no responden a sus amos.

Tati diseño la residencia de Hulot, y se esmero especialmente en la representación del recorrido de las escaleras, donde expresa de forma literal y metafórica la calidad de la escala humana de la vieja arquitectura.


 La Villa Arpel es una burbuja  cerrada al exterior mediante un muro que la separa del resto del barrio. Sólo un gran portón para el coche la conecta con la ciudad. La casa de Tati en cambio es un complejo laberinto de viviendas, escaleras y pasillos donde difícilmente se pueda escapar de la mirada, el saludo, la conversación casual, en fin del contacto social con el barrio. La casa forma parte del barrio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario